La
orientación a resultados y el desarrollo de competencias técnicas para lograrlo
es fundamental para designar eficazmente los roles a cada integrante del equipo
de trabajo.
Obteniendo
ideas e información en un ambiente estructurado pero a la vez exento de
tensión, buscando la participación equilibrada, el consenso y el máximo provecho
del conocimiento de cada integrante del equipo.
Utilizando
la técnica del grupo nominal se establece una prioridad consensuada a partir de
la gran cantidad de ideas recogidas, lo cual facilita la toma de decisiones
sobre la idea que debe ser el hilo conductor para el diseño de los elementos
requeridos.
Los
aspectos que facilitan la toma de decisiones:
- Crear el clima laboral apropiado.
- Tema a tratar
- Motivar al equipo en la participación
- Estimular al equipo
- Evitar evaluaciones, critica o juicio de
valor sobre las ideas del equipo
- Disponer de un sistema de ponderación
para priorizar las ideas
- Resumen de los objetivos alcanzados.
Mediante
la experiencia y la capacidad creativa se identifican las mejores prácticas en
el ámbito de la organización del trabajo, estableciendo cinco factores críticos
que suelen definir los predictores de éxito, tales como:
- Coordinación: fluidez y trabajo armónico
para un resultado común a partir de la identificación de los procesos clave y
traducción en un manual de actuación.
- Orden: disposición ordenada de las cosas
necesarias, asegurando una excelente percepción.
- Detalle: impecabilidad en las cualidades
requeridas, al detalle.
- Entorno estable: ambiente tranquilo, sin
cambios de estado, sin altos y bajos. Promoviendo la colaboración, cortesía y
gestos de complicidad entre los miembros del equipo.
- Representación: profesionalidad,
elegancia y saber estar. Relaciones interpersonales acordes al trabajo y su
entorno.
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